Por la equidad, la vida y los derechos humanos

En esta historia los protagonistas son las comunidades de Ciénaga (Magdalena), Montelíbano (Córdoba), y El Carmen de Bolívar (Bolívar)

El conflicto armado y la corrupción han marcado un antes y un después en la vida y desarrollo de las comunidades que por diferentes situaciones han estado expuestas a estos flagelos que se gestan en los territorios del país, limitando así los derechos de las colectividades para poder desarrollarse de manera adecuada.

La violencia sexual ha sido una herramienta de guerra por parte de los grupos armados ilegales, que han dejado huella en niños, niñas, adolescentes, mujeres y población LGBTIQ.

En esta historia los protagonistas son las comunidades de Ciénaga (Magdalena), Montelíbano (Córdoba), y El Carmen de Bolívar (Bolívar), que a través de la organización Caribe Afirmativo, y de las Casas de Paz, lograron crear un espacio en donde las personas de la comunidad pueden expresar su diversidad sin temor a ser juzgadas y rechazadas para romper así las cadenas de la discriminación, haciendo pedagogía frente a la violencia que por años han tenido que soportar

“En estos espacios se busca hacer incidencia en los territorios, las comunidades, la sociedad y el Estado por medio del arte y las expresiones culturales emergentes en aras de promover la inclusión social y el reconocimiento de la diversidad sexual”, Caribe Afirmativo.

Estos territorios que vivieron la violencia sistemática de la guerra fueron priorizados con la firma de los Acuerdos de Paz, permitiéndoles generar incidencia para la aplicación del enfoque de diversidad sexual y de género, que tiene como finalidad la consolidación e implementación de este valioso documento. Caribe Afirmativo lleva 11 años trabajando por las comunidades que los necesitan, convirtiéndose en piedra angular para la transformación de la sociedad del Caribe que sigue buscando la reivindicación de sus derechos y que no para de trabajar incansablemente para la consolidación de la paz en los territorios.

Los jóvenes que se han visto beneficiados por la formación en control ciudadano han recibido insumos en posicionamiento de la agenda LGBTQ, también empoderamiento y estrategias con enfoque anticorrupción para hacer control ciudadano a los recursos, la institucionalidad y los acuerdos. Gracias a este trabajo mancomunado hay una ciudadanía más alerta e interesada de lo que ocurre a nivel de las instituciones y la administración pública, donde impera el dialogo abierto, que invita a llevar los recursos a los territorios que verdaderamente los necesitan.

Carmen de Bolívar

Para Juan Carlos Vuelvas, jefe de cocina de la Casa de Paz del Carmen de Bolívar, Caribe Afirmativo es la luz al final del túnel, una luz que le permitió ver un mundo lleno de oportunidades a las que él no sabía que tenía derecho, “Caribe Afirmativo llega a mi vida cuando yo no sabía cuáles eran mis derechos, ni sabía que era una persona LGBTQ, yo creo que eso sentó un precedente en esta brecha que había en el municipio”. Desde muy chico sintió el rechazo de aquellos que lo consideraban diferente y que lo juzgaban por ello, pues la violencia que dominaba en estas zonas del país enseñaba que ser gay era sinónimo de enfermedad, el tabú que se manejaba en aquel entonces frente a la población LGBTQ tenía un tinte de crueldad muy marcado.

Y aunque menciona que la misma sociedad ha logrado dar pasos agigantados frente a este comportamiento que suele ser discriminativo, también resalta que se ha avanzado mucho, asegura que, para poder hablar de paz, es necesario construir territorios que sean pluralistas y que acepten la diversidad y eso implica el no obstaculizar los derechos de las personas LGBTQ.

Juan Carlos fue víctima de violencia sexual, a los 14 años fue abusado por paramilitares, situación que lo llevó a enfrentar un cuadro severo de depresión, recibió acompañamiento psicológico y esto lo impulsó a querer apoyar y ayudar a otras personas que como él han pasado por eventos que, de no ser tratados, pueden ser difíciles de superar,

“En este espacio podías hablar de temas que nos concernían, un espacio donde te sientes a gusto. Yo soy el vocero de la Mesa Técnica Municipal de Enfoque Diferencial, también hago parte del Concejo Territorial de Paz por parte del enfoque LGBTQ, este espacio me permitió ser ese activista visible para la población y defender los DDHH de una comunidad que ha sido tan maltratada, tan vulnerada y atacada, en especial por los grupos ilegales que llegaron en medio de la guerra con el Estado”.

Y gracias a “Tardes Diversas” un programa radial que sonaba en la emisora del pueblo, hacían pedagogía frente a la diversidad sexual y de género. Así empezaron a ganar reconocimiento y espacios en otros escenarios como la Mesa de Víctimas, la Mesa Técnica LGBTQ, al igual que en los espacios de juventudes, también de mujeres, para reconstruir el tejido social.

Ciénaga

Brayan Damián García tiene 25 años, es estudiante de administración pública territorial y es representante de población víctima del conflicto armado del municipio. Es un joven que está muy vinculado a todos los procesos de paz y control ciudadano. En la actualidad vigila las iniciativas pactadas dentro del Plan de Desarrollo de Ciénaga, también hace parte de la Plataforma de Juventudes. Para él es fundamental la integración de las comunidades, el campesinado, los indígenas, las mujeres, los jóvenes y todas las personas que quieran cambiar desde el control ciudadano y la veeduría la manera en que se ejerce la política en las regiones.

Era bailarín, y a pesar de ello era una persona algo tímida en exponer su identidad sexual. Para él, lo que eres no es algo que debe conocer el mundo entero a menos de que sea de tu interés compartirlo. Siempre supo de la Casa de Paz de Ciénaga, pero no se animaba a visitarla porque como él mismo se autodenominaba, era un tanto “discriminador” de aquellos que sí expresaban su identidad sin ningún tabú. Para Brayan era difícil comprender la manera en que algunas personas de su comunidad se mostraban ante la misma sociedad que los rechazaba, “Me costó entender la diversidad humana y me di cuenta que la población LGBTQ también se encontraba inmersa en mi población víctima, ¡dije no!, yo no puedo trabajar limitado hacia el acceso de DDHH de estas personas, tengo que luchar también por ellos” y perteneciendo a esta mesa, Brayan empezó a evidenciar que aunque hay espacios para que haya un representante de género, de población LGBTQ, de población indígena, no había nadie allí que se interesara por defender sus derechos y sus intereses por lo que entendió que la sociedad misma necesitaba sensibilización frente a la diversidad para que todas y todos tuvieran la oportunidad de participar y ser visibles.

Este último paso fue el que le permitió llegar a la Casa de Paz de Ciénaga

“llega Cristian a la coordinación y me cita a un par de veces, me cuenta de todo lo que hacen allí, y empezamos a trabajar. Desde ahí comencé a conocer más sobre la diversidad, fue un proceso que me hizo mucho más humano. Una experiencia muy bonita porque me enriqueció totalmente. Hoy me paro ante un auditorio y sé que puedo hablar sobre la población con la propiedad, la pasión y con el sentido de pertenencia que se debe tener para luchar por mis derechos y los de ellos”.

Montelíbano

Rosita como se hace llamar llegó a este municipio huyendo de la violencia de los grupos armados ilegales, ella crea su propia organización ‘Montelíbano Afirmativa’ para poder apoyar a otros jóvenes que pudieran estar siendo víctimas de discriminación social, familiar y violencia de grupos armados. Sus inicios no fueron nada fáciles debido al desconocimiento de la norma y la falta de empoderamiento que tenía sobre los temas públicos, pero gracias al apoyo de Heriberto Mejía, quien le habló de Caribe Afirmativo y de todo lo que desde allí se gestaba para fortalecer a las comunidades LGBTQ en los territorios, pudo lograr la consolidación de su OSC.

“Caribe ha sido esa columna vertebral de Montelíbano Afirmativa, y es gracias a esa lucha y a esa perseverancia y al grupo de activistas que hay en esta zona, que tenemos Casa de Paz, para nosotros es el lugar más seguro porque allí podemos ser lo que somos, expresar lo que somos, vivir lo que somos, es el lugar más seguro que tenemos en el territorio”.

Como resultado de la formación y ejercicio de control ciudadano que brindó Transparencia por Colombia y promovido por la Inter-American Foundation IAF a los participantes de este ejercicio, en Ciénaga se logró constituir la primera veeduría que dio como resultado el informe: ‘Ejercicio de control ciudadano anticorrupción en la implementación del PMTR (Pacto Municipal de Transformación Regional) de Ciénaga Magdalena (2019-2021)’.

Estas comunidades que por mucho tiempo fueron minimizadas y centro de vulneración de DDHH, hoy miran su presente y futuro con la esperanza de que pueden construir mejores caminos de reivindicación, de paz, de igualdad y lo más importante de nuevos comienzos.